viernes, 23 de noviembre de 2007

Ellos querrán separarnos todo el tiempo...

A veces pienso que probablemente nuestro problema es que nos convencemos a nosotros mismos de que no podemos ser lo que queremos, por ejemplo a veces siento que nos juzgamos tanto a nosotros mismos y estamos tan pendientes de justificarnos con los demás que nos olvidamos de cosas más importantes, personalmente esa es mi lucha, tratar de pelear contra la tradición que me dice que lo que hacen los demás siempre es mejor, trato de pensar que si cada uno de nosotros creyera en lo que hace y estuviera convencido de que lo hace lo mejor posible, depronto no nos apresurariamos a juzgar siempre apriori el trabajo de quienes nos rodean, depronto si simplemente aceptaramos a las otras personas y lo que tienen que aportar desde su propia experiencia, depronto si nos aceptaramos a nosotros mismos lo suficiente seriamos capacez de dejar entrar a todos los que quieran compartir por lo menos un segundo de nuestra ocupada y complicada vida.
Depronto si confiaramos en nuestro trabajo y esfuerzo lo valorariamos lo suficiente, el trabajo no es una capacidad, es simplemente la valoración a un gasto de energía por parte del empleado, y todos podemos trabajar, lo que nos falta no es trabajo, son oportunidades, pensar tanto en competencia no hace olvidar que somos cada uno un individuo con la capacidad y determinación de entregar lo mejor de si, y no necesariamente tiene que hacer lo mismo que yo, de hecho pienso que podriamos intentar juntarnos muchos que sepamos de diferentes cosas enfocados hacia un bien, sería más objetivo y abarcaríamos muchas áreas mas, pienso yo, igual quien puede decir una verdad absoluta si cada quien tiene su vida y su experiencia diferente.?

"Quiero alejarme de la batología
yo quiero arriezgarme, cantarle a la vida.
Mi canción no intenta distinguirme,
sólo quiero entenderme."

Cultura Profética. Rompiendo el letargo

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